La creatividad, clave para el desarroyo cultural y empresarial

Las empresas culturales resisten la crisis mejor que la media. Con este mensaje positivo arrancó este jueves en la Cidade da Cultura el Encuentro Internacional de Economía y Cultura, que durante dos jornadas buscará fórmulas imaginativas y novedosas de cooperación entre las empresas y el tejido cultural. Creatividad, financiación y la puesta en valor de la comunidad como generadora de conocimiento fueron algunas de las claves aportadas en una primera e intensa jornada en la que siete emprendedores dieron a conocer sus iniciativas y tres mesas redondas analizaron un futuro que pasa por la necesaria unión entre el tejido cultural y empresarial.

La cultura trasciende el concepto de ocio para convertirse en una fuente de riqueza y generadora de empleo. Bajo esta concepción apuntada en la apertura por el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, el Encuentro arrancó con la introducción al mundo de la economía creativa a través de los datos macroeconómicos aportados por el Consejo de la Cultura Gallega y Agadic. "Las empresas culturales son productivas y eficientes, ofrecen servicios y productos atractivos, tienen potencial de crecimiento, parecen comportarse relativamente bien desde el inicio de la crisis económica y tienen un comportamiento mejor que las empresas incluidas en otros indicadores", aseguró el responsable del Observatorio de la Cultura, Hakan Casar. Con estos datos en la mano, fue momento de abordar el futuro a través de una dinámica conversación entre dos destacados gestores culturales: Félix Lozano y Rubén Martínez, que incidiron en el papel del emprendedor -capaz de inyectar creatividad para cambiar el ciclo económico- y, sobre todo, de la sociedad como auténtico departamento de I+D que genera saber y conocimiento.

Cifras y teorías al margen, la unión de dos conceptos se presenta clave para el futuro del sector: Creatividad + Financiación. Y en torno a estas dos necesidades giraron las dos primeras mesas redondas del Encuentro, que ofrecieron diferentes fórmulas a través de casos prácticos y experiencias de éxito. El mecenado, el patrocinio, la responsabilidad social corporativa y el crowdfunding o financiación en masa fueron analizadas en la Cidade da Cultura desde una óptica novedosa. Así lo hizo, como por ejemplo, María Salvatierra de la Royal Academy of Arts, institución británica que se nutre de cartos privados al cien por cien y que, más allá de los beneficios económicos, le ofrece a sus investidores un "pago en especies": la cesión de espacios, entradas para eventos o la organización de actos exclusivos son algunas de las contrapartidas que la institución ofrece a cambio de publicidad o materiales. La responsabilidad Social Corporativa fue abordada por una destacada empresa gallega, Gadisa, quien puso como ejemplo su colaboración con la Seminci de Valladolid o el CGAC con motivo del día de las Letras Gallegas. El mecenado, de actualidad por la nueva ley que está  preparando el Gobierno central, fue abordado por Jaime Llopis, socio de la firma de abogados Cuatrecasas, quien tomó como referencia un modelo en funcionamiento plenamente consolidado: el de Brasil. Un modelo que, además de favorecer que todo particular pueda financiar un proyecto, facilita la búsqueda de "apoyadores" para estas iniciativas. El último de los modelos presentados fue el de crowdfunding, microfinanciamento o financiación en masa a través del colectivo Compartir Dueña Gustet, quien destacó que la clave de este modelo no es tener un gran mecenas, sino pequeños particulares que reciben una recompensa en función del volumen de la aportación y en la que lo importante es crear comunidades en lugar de buscar audiencias.

La creatividad y la necesidad de incorporar un artista/creador en la empresa contó también con una mesa redonda en la que quedó claro que la relación del creador con la firma no sólo mejora la marca, sino el clima de trabajo y la percepción que el público obtiene de ella. Así lo explicaron la deseñadora Uqui Permui a través de su trabajo de colaboración con la firma electrógena Genesal y Pia Areblad, responsable de la firma sueca Tillt, quien ofreció una interesante cuenta de resultados derivada de la introducción del artista en la estructura de la empresa: publicidad, branding, avance del clima de trabajo, innovación y, por supuesto, creatividad. Del otro lado, Juan Paz, brand manager de Hijos de Rivera, S.La., consideró "vital" el maridaje entre la empresa personal y un proyecto cultural para lograr una mayor empatía con los potenciales clientes. Como muestra, Paz enseñó los proyectos vinculados a la cerveza 1906 en torno a la música jazz y destacó la necesidad de apostar por el patrocinio selectivo, dirigido a una audiencia cada vez más fragmentada, con el objetivo de lograr unos vínculos más profundos con sus clientes. Como colofón, Roberto Carreras llevó incluso a la Cidade da Cultura el conocido Plan B, un ejemplo de como una buena idea no entiende de crisis. Basada en una plataforma online de música colaborativa que dio el salto a la televisión y derivó en una empresa, Novaemusik, que en su primer año de vida pasó de 5 a 20 trabajadores y logró una facturación de 1,6 millones de euros.

Para cerrar la primera jornada del Encuentro Internacional de Economía y Cultura con buen sabor de boca, siete emprendedores presentaron de una forma ágil y dinámica -veinte segundos para comentar veinte fotografías- ideas innovadoras como las de NóComún, las incubadoras de ICE ProMálaga, a Fundación Incyde, Vilaxoan, Martín Códax, Cenlitrosmetrocuadrado y Maus Hábitos.

El Encuentro se retoma este viernes a partir de las 10:00 horas con una mesa redonda sobre nuevas formas de trabajo e innovación y la presentación de proyectos que buscan socios para llevarlos adelante. Una interesante jornada que podrá seguirse en directo vía streaming a través de www.cidadedaculturatv.org.

Santiago de Compostela, 16 de Febrero de 2012