Recuperando el traje tradicional real

Reflejar como vestían nuestros antepasados sin caer en el folclorismo, en la idealización y en el romanticismo. Este es el objetivo que centra el trabajo de Belén Sáenz-Chas Díaz, responsable de la colección del Museo do Pobo Galego, para la muestra Con-Fío en Galicia

En colaboración con Antón López y Manuel Rodríguez Calviño, Belén Sáenz-Chas intentó reflejar cómo vestía la sociedad gallega –base de la población de nuestro país- en los siglos XIX y principios del XX, recurriendo a colecciones y prendas de particulares, en un esfuerzo incomiable por huir de las distorsiones de lo que hoy conocemos como ‘traje tradicional gallego’ o ‘traje folclórico gallego’.

Así, en la planta 1 del Museo Centro Gaiás encontramos el traje de Amelia Leis (Negreira, ca. 1870), en el que podemos observar el dengue y el refajo que vestía; o el de Xenerosa Penabad (Muras, ca.1872), con el dengue, mantelo y mantillón originales del traje que empleaba para ir a misa; así como el de Mercedes Seoane Seoane (Boimorto, ca.1875), de María Otero Pulleiro (O Romaño, Santiago de Compostela, ca.1890) o el de Manuela Puente (Baloira, A Estrada, ca.1905). Junto a estos conjuntos con nombres y apellidos, Con-Fío en Galicia ofrece diferentes modelos montados a partir de piezas de colecciones particulares que recrean la forma de vestir definales del siglo XIX y principios del XX. La mayor parte de las piezas expuestas se corresponden con vestimenta femenina, ya que fue la que en mayor medida llegó a nuestros días. No obstante, la sección diseñada por Belén Sáenz-Chas cuenta también con una coroza de juncos y un traje de pastor de la primera mitad del siglo XX.

Con esta vestimental real, Con-Fío en Galicia pretende ser un primero paso en la necesaria investigación de la indumentaria gallega. La falta de estudios provoca que la sociedad gallega actual solo conozca su indumentaria histórica a través de escenografías folclorizadas. “El traje folclorizado que hoy vemos en los escenarios apenas tiene que ver con la realidad de nuestra sociedad del siglo XIX y de la forma de vestir de sus gentes”, explica Belén Sáenz-Chas en su texto para el catálogo de la exposición.

El origen de la folclorización del traje gallego

Merece la pena echar una mirada a atrás y descubrir el origen de esta folclorización de la indumentaria. Tal y como explica Belén Sáenz-Chas en el catálogo de Con-Fío en Galicia, este fenómeno tiene su origen en el siglo XVIII, cuando la intelectualidad de la Ilustración difundió por toda Europa la idea de que a cada territorio le correspondía un traje diferente, único, uniforme e invariable. En el caso de España, esta creación cultural tenía como objetivo cambiar la imagen de la sociedad española hacia el exterior, "intentando que las clases populares cambiasen su forma de vestir pobre, descuidada y zarrapastrosa en opinión de los modernos ilustrados".

 

En el siglo XIX, esta idea ilustrada de la existencia de un traje territorial será retomada por el Romanticismo. Y en Galicia por el Rexudirmento, que además de su reivindicación legítima del carácter de Galicia como nación con historia, lengua, territorio, cultura y conciencia colectiva propia; retomará la idea ilustrada del traje regional. Un fenómeno que, no obstante, no deja de ser curioso ya que será la gente de la hidalguía y de la burguesía la que comience a “vertirse de gallegos”, adoptando prendas que les son ajenas como dengues, mantelos, cofias y mandiles, y dando lugar a esta versión idealizada de la vida rural galega. La aparición de los primeros coros y agrupaciones folclóricas consolidarían esta vestimenta que ha llegado, con diversas transformaciones, a nuestros días.

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Santiago de Compostela, 20 de Abril de 2016