Castillo, escultor

La exposición Castillo, escultor se sumerge en el arte de Jorge Castillo Casalderrey (Pontevedra, 1933) para poner en valor la obra escultórica de este autor gallego de relevancia y trayectoria internacional. Pese ser a súa faceta creativa más desconocida, la escultura de Jorge Castillo comparte la grandeza de su obra pictórica y nos permite ahondar en su proceso artístico. En ella están presentes aspectos basilares del conjunto de la obra del artista, como la atención a la naturaleza humana, la metafísica del ser, como objeto primordial de estudio.

Se trata de una oportunidad única para conocer la escultura de Jorge Castillo, pues es la primera exposición centrada íntegramente en esta faceta artística, y que recorre de manera retrospectiva toda la trayectoria del autor. Mediante la escultura, el creador inventa nuevas formas con las que explicar el desasosiego y en ese desarrollo mantiene un diálogo constante con otras disciplinas –como la pintura y el dibujo– y va tejiendo una obra poliédrica que cambia al ritmo del autor y que, siguiendo con su filosofía artística, mantiene una conexión constante con el pasado y le sirve de continuidad.

A través de una selección de 120 obras –en su mayor parte esculturas, pero también relieves, aguafuertes, acrílicos o grabados–, la muestra recorre su extensa trayectoria, con más de seis décadas en activo, y sus diferentes etapas creativas, incluyendo recientes obras de gran formato y arcillas datadas en los últimos cinco años.

La exposición está comisariada por Pilar Corredoira, historiadora del Arte Contemporáneo, comisaria de exposiciones, investigadora en el campo del arte gallego de los siglos XX y XXI y una de las mayores especialistas en la trayectoria y personal universo creativo de Jorge Castillo.

Biografía de Jorge Castillo Casalderrey

Nace en Pontevedra en 1933, aunque pasa su infancia y juventud en Argentina. De formación autodidacta, asiste en 1949 al taller de los artistas argentinos Raquel Forner y Alfredo Bigatti y realiza en estos años sus primeras obras, pinturas y dibujos. En los años 50 compagina el trabajo de diseñador en la industria metalúrgica con su faceta artística y pronto entra en contacto con la intelectualidad gallega en Buenos Aires y con autores como Laxeiro, Colmeiro o Seoane. A mediados de esa década inició un periplo europeo que le llevaría a residir o exponer en ciudades como Madrid, Zaragoza, Barcelona, París, Ginebra o Berlín, y extendió su trabajo a los campos de la escultura y el grabado. También conecta con importantes personalidades del arte como Juana Mordó o Marienza Binetti.

La selección de su obra para la Bienal de São Paulo en 1960 abre una década en la que consolida su proyección internacional y en 1980 se instala en Nueva York, haciéndose un hueco en la escena estadounidense del arte contemporáneo: la Galería Marlborough de Manhattan comienza a representarlo y el Guggenheim Museum adquiere parte de su obra. A día de hoy, tras seis décadas en activo, su obra forma parte de importantes colecciones del arte de diferentes lugares del mundo, como el Carnegie Institute, el San Francisco Museum of Modern Art, el Albertina Museum, la Fundación Juan March, el Museo de Bellas Artes de Vitoria o la Nationalgalerie de Berlín.

 
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