El tablero es un universo arquitectónico, donde jugar libremente con las fichas de juego: las formas del plano del suelo, los volúmenes (casa-cono, la cúpula- semiesfera...).
En este espacio reinan el movimiento y el tiempo. Es un lugar que promueve la interacción social de los niñas y niños, en una fantasía común. Al otro lado en el espacio de las cajas, las fichas se caracterizan por sus materiales y maneras de puesta en juego, siguiendo los principios dinámicos de sus formas.
Cada compartimento sugiere sistemas para permitir la manipulación de las fichas, dando espacio para sus ensayos e incorporando información acerca de su geometría, de sus posibles combinaciones, así como de las percepciones menos tangibles de la arquitectura.
- a. El dibujo del tablero
En el suelo del gran espacio, tendremos nuestro particular tablero de juego libre. Las formas sugerirán acciones y juegos: el bosque, la plaza, la escalera- rayuela... Se exponen un recorrido que discurre por la sala, creando un circuito de acontecimientos, que se superponen unos sobre otros, acercándonos a nuevos juegos y experiencias.
- b. La casa
El otro volumen que surge sobre el tablero, como una pieza de partida para el juego, será el gran cono-casa, el espacio de reunión. Un cono de 7,2 m de altura y 4,8 metros de diámetro.
- c. La pared de pizarra
Un volumen negro como la noche en una esquina del tablero de juego. Una gran pizarra donde expresarse libremente cubre tres paredes de la sala, para dibujar en gran formato.