La Xunta exhibirá la 'Santa' de Asorey, una de las obras más relevantes del arte gallego que lleva casi 70 años en Uruguay

Santiago de Compostela, 08 de Octubre de 2019

La Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Cultura y Turismo, acaba de cerrar un acuerdo con la Casa de Galicia en Montevideo para exhibir la Santa, escultura en madera policromada de Francisco Asorey. Se trata de una de las piezas más destacadas del trabajo del escultor cambadés, y también de una de las obras de arte gallegas más significativas y controvertidas del siglo pasado, por el potente y provocador simbolismo con el que representó a la mujer gallega, rompiendo con los códigos estéticos vigentes en aquel momento.

Considerada por el propio escultor como la obra de la que estaba más satisfecho, esta pieza llevaba fuera de Galicia desde 1951, cuando fue enviada a Uruguay. Volverá pues por vez primera a España en casi setenta años para ser exhibida en la muestra Galicia, un relato en el mundo, la primera de las grandes exposiciones internacionales del Gobierno gallego con motivo del Xacobeo 2021, que se inaugurará en el Museo Centro Gaiás de la Cidade da Cultura el próximo 14 de noviembre.

Controversia alrededor de esta obra maestra

La Santa de Asorey representa una labradora gallega con un cuerpo desnudo marcado por el duro trabajo –en una representación muy alejada de la figura femenina idealizada que predominaba en el arte de principios del siglo XX– portando además un yugo de vacas, lo que potencia el mensaje de trabajo y sometimiento.

Fue presentada en 1926 en la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid, donde Asorey se llevaría la primera medalla de la exposición con otra obra, San Francisco. La Santa, por su parte, provocó gran sorpresa y un amplio debate en la prensa, dando lugar a discusiones –que incluso llegaron a las portadas de periódicos como el ABC– alrededor de la representación del cuerpo de la mujer y también al hilo de la lectura política de la obra, que se asoció a los esfuerzos de la mujer labradora gallega, pero que también se entendió como un símbolo de la situación de la Galicia de la época.

La obra sería calificada en la prensa de la época como “de un realismo crudo, brutal”; “de una originalidad, atrevimiento y belleza que solo un artista de excepcionales facultades puede concebir y ejecutar”, o la obra “más original, más dotada de virtualidad estética y de resistente valía que hay en la Exposición Nacional”. En el otro extremo, el mismo Valle Inclán, en una entrevista en la Revista de Arte Gallego en 1930, descalificaría la obra tachándola de "grotesca". Años después, en una entrevista a la prensa en 1956, Francisco Asorey consideraría esta escultura como la obra de la que se encontraba “más satisfecho”.

La Santa fue adquirida por la Casa de Galicia de Montevideo (Uruguay) y partió de Vigo para América en 1951. “Se trata de una testigo imprescindible del valioso y amplio patrimonio cultural gallego del siglo XX preservado en los centros y sociedades gallegas de América, y una muestra del interés de la diáspora por la cultura de Galicia”, explica el periodista y divulgador Manuel Gago Mariño, comisario de Galicia, un relato en el mundo, que cuenta también con la historiadora Pilar Cagiao Vila como asesora especial para la Emigración.

Testimonios de la Galicia de la emigración americana

Con motivo de esta exposición, cruzarán también el Atlántico y se podrán ver por primera vez en Galicia dos piezas muy vinculadas al nacimiento de las comunidades gallegas en América, que serán fundamentales en la conformación de la identidad de la Galicia contemporánea.

Por una parte, formará parte de la muestra la bandera sencilla del Tercio de Gallegos de Buenos Aires, de principios del siglo XIX. Esta pieza está vinculada al nacimiento de la unidad de infantería formada por seiscientos voluntarios gallegos que se distinguió en la resistencia de la ciudad de Buenos Aires durante la invasión inglesa de 1807: el Tercio de Gallegos formado y dirigido por el ingeniero de Campo Lameiro, Pedro Antonio Cerviño. La bandera –que representa el escudo de Galicia bordado en hilos de oro y plata por una cara y de la ciudad de Buenos Aires por la otra– está vinculada directamente a los acontecimientos que desencadenarán posteriormente la formación de la República Argentina y supone uno de los primeros testigos materiales de la unión de los gallegos en América. Hoy se conserva en el Museo Marítimo Ingeniero Cerviño de la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano, en Buenos Aires.

Por otra parte, en Galicia, un relato en el mundo se exhibirá también la talla del Santiago Matamoros de la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Galicia, de la Habana. Esta pequeña escultura policromada es una figura simbólica de la formación de la primera agrupación gallega en Cuba y un ejemplo de la presencia del Apóstol Santiago como símbolo de los gallegos en América desde la época colonial. La entidad fue constituida en 1871 como una sociedad asistencial –destinada a socorrer a los emigrantes gallegos en su vida y su muerte– y antecedió en el tiempo a la creación del Centro Gallego de La Habana. La sociedad existe aún hoy, prestando para la exposición esta imagen religiosa de su Santiago Matamoros, que presidió la entidad y salía en procesión por las calles de la Habana todos los años hasta la revolución cubana de 1959.

La presencia de Galicia en la América colonial

Entre las más de 300 piezas exhibidas en Galicia, un relato en el mundo destaca también una obra de gran formato y muy poco conocida: el retrato ecuestre de Pedro Antonio Fernández de Castro, X Conde de Lemos, que fue virrey del Perú entre 1667 y 1672. El cuadro se vincula con la participación de la alta aristocracia gallega en el gobierno de la América colonial y se encuentra actualmente en el Museo de Arte Español Enrique Larreta (Buenos Aires).

Se trata de una representación única de un aristócrata gallego del siglo XVII, debido a su cargo como virrey. Las pinturas ecuestres en el Barroco estaban reservadas a la monarquía o la figuras de enorme poder político, como los validos. Estos cuadros formaban parte del aparato de la propaganda de la monarquía hispánica en las colonias, y reproducían los modos, protocolos y formas de representación de los propios reyes en Europa.

Otras piezas destacadas

Galicia, un relato en el mundo reunirá en la Cidade da Cultura numerosas obras singulares sobre los mitos, la historia y la memoria de la identidad gallega a lo largo del tiempo y del mundo. Algunas de estas obras serán prestadas por entidades de la categoría del Trinity College de Dublín, la Biblioteca Apostólica Vaticana o la Cambridge University-Parker Library, entre otras 80 instituciones culturales y colecciones privadas, tanto de Europa y América como por supuesto del resto de España y de Galicia.

Así, en esta muestra impulsada por la Xunta podrán verse por vez primera en Galicia piezas como el Libro de las Invasiones, –donde se encuentra la primera mención conocida a Breogán–, el Mapa de Sawley –considerado uno de los primeros mapa mundi enciclopédicos europeos, en el que se representa la Catedral de Santiago como el edificio más importante de Europa–, el Codex Aretinus de Arezzo –que contiene el Itinerario de Egeria, el libro de viajes de esta aristócrata galaicorromana que fue la primera escritora conocida de la Península Ibérica–, el Cancionero de la Vaticana o dos Liber Sancti Iacobi –procedentes de la Biblioteca Vaticana y de la Universidad de Salamanca–.

La exposición, organizada por la Consellería de Cultura y Turismo y que se podrá visitar gratuitamente en el Museo Centro Gaiás hasta el 12 de abril de 2020, cuenta con la colaboración del Consello da Cultura Galega y de la Secretaría Xeral da Emigración.