Cuando dibujamos miramos de una manera diferente al mundo que nos rodea. El dibujo puede ser muchas cosas: un entretenimiento, una manera de representar la realidad de nuestra entorno, un medio de conocimiento o de expresión artística; así como tantas otras cosas que podamos imaginar ya que, como toda lenguaje, la plástica puede ser un vehículo de transmisión de conocimiento al tiempo que un fin cultural en sí misma. La maravillosa herramienta del dibujo se puede emplear para un montón de posibilidades en la vida de una persona, el desarrollo de esta disciplina puede ayudarnos en el crecimiento personal mejorando nuestras habilidades de observación y nuestra capacidad de abstracción.
Partiremos de la premisa y título de la exposición: Da árbore á cadeira para programar una actividad lúdica, con la que pasaremos dos horas en contacto con la naturaleza, siempre que el tiempo lo permita. Si el primero no fuese posible, por tener una meteorología adversa, los usuarios/as del taller no deben desanimarse ya que, de manera absolutamente excepcional, tendremos la posibilidad de trabajar en contacto directo con las piezas de las exposición dibujando en las propias salas del museo y reinterpretando los materiales expuestos en las salas.
Trabajaremos con herramientas sencillas y técnica sequía, como pastel, lápiz o ceras, que permiten poner los trazos y colores al servicio de los motivos que los chavales quieran reflejar. La dinámica del taller pasa por un rápido recorrido a exposición centrándonos en como los diferentes artistas plasman los árboles y los bosques enseñándoles soluciones técnicas que después podrán emplear de una manera práctica en sus trabajos para inmediatamente proceder al dibujo de los elementos naturales del exterior o del interior.
